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Muerte a la medianoche

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Era una noche fría y calma, una leve llovizna impregnaba el aire con humedad, en una casa de la ciudad se encontraba una niña, envuelta en la obscuridad de su cuarto, Alejandra era su nombre, tranquila y despreocupada chateaba en su Ipod con su mejor amiga. Platicaban de cosas sin la mayor importancia, asuntos de la escuela, chismes de su grupo de amigas. Ambas conversaban sin conocer el terror que les aguardaba.

Su amiga a varios kilómetros de distancia, teclea rápidamente en su computadora.

"Es cierto que te gusta Rodrigo"
"Hay si, es el amor de mi vida" responde Alejandra tecleando con impaciencia.

Carolina, su mejor amiga se encuentra sola en su casa, la luz del cuarto apagada, solo la luz del monitor le ilumina levemente el rostro y un silencio espectral reina en la soledad de su hogar.

"Sabes, te cuento un secreto"
"SIII" respondió Ale impaciente.
"La otra vez encontré una pagina en internet que dicen que predice el día de tu muerte"
"En serio" escribe Alejandra.
"Si"
"Y la viste"
"Si"
"Y que decía"
"Puras tonterías"
"Te dijo cuando te ibas a morir"
"Bueno.... si, pero se equivoco"
"En serio, ¿por que? ¿que decía?"

Ella piensa por unos instantes, tratando de buscar aquellos datos perdidos en lo profundo de su memoria.

"Decía que me iba a morir el 2 de septiembre del 2011... pero obviamente se equivoco porque ese día es hoy."

Un leve pitido rompe el silencio de la casa, Carolina reconoce el sonido, es aquel que emite el microondas cuando termina de funcionar. Se levanta extrañada por el extraño suceso, ella avanza por la obscuridad de la casa, solo el sonido de sus pasos es audible en aquel lugar. Llega a la cocina, logra ver la luz del microondas en el fondo de la habitación. Extiende la mano deslizandola suavemente por la pared en busca del interruptor, siente el pequeño bulto en la pared y lo aprieta pero nada sucede, la obscuridad aún reina en la casa. Vuelve a intentarlo pero nada sucede, finalmente cuando empieza a sentir algo de preocupación la luz se enciende. Se acerca al horno de microondas, pero misteriosamente se encuentra apagado. Sin embargo no le presta mucha atención a ese detalle y regresa frente al monitor de la computadora.

"Ya regrese" escribe.
"Que paso"
"Creo que se descompuso el microondas"
"Ya notaste que ya casi son las 12 de la noche, creo que esa pagina realmente se equivoco"

Repentinamente, la pantalla se congela justo antes de dar la medianoche. El sonido familiar de unas llaves en la puerta de la entrada llaman su atención.

"hija ya llegamos, nos puedes abrir, la puerta se atoro" Inconscientemente ella se para y camina hacia la puerta.

Abre la puerta confiadamente, solo para encontrar la vacía y silente obscuridad de la noche extenderse frente a ella. Sin embargo, ignorante del peligro que la acecha, no nota la obscura figura que se erige detrás suyo...

"Ya notaste que ya casi son las 12 de la noche, creo que esa pagina realmente se equivoco"

Escribe Alejandra sobre la pantalla de su Ipod, muy lejos de donde se encuentra Carolina, La pantalla del Ipod se torna negra por unos segundos. Esta se vuelve a encender, Alejandra se siente extrañada y un terrible presentimiento inunda su cuerpo, sin existir razón para ello, Pasan los minutos y no recibe respuesta.

"Estas ahí" escribe Alejandra.
Mientras teclea las ultimas letras un terrible y espantoso escalofrío recorre sus brazos.

Pasan unos segundos y una multitud de números, símbolos y letras sin sentido alguno inundan la pequeña pantalla.
"Carolina, estas ahí?" Pregunta Ale preocupada.

"S"
"I"

"E"
"S"
"T"
"O"
"Y"

Pero Alejandra ignora, que no es su amiga la que que responde, sino aquella fuerza sedienta de sangre que ahora buscaba aniquilarla a ella también.

"Que pasa?" Pregunta Alejandra inocentemente.

"N"
"A"
"D"
"A"

Los dedos de Alejandra se posan sobre la brillante pantalla, esta parpadea levemente. Escucha que alguien toca la puerta de su cuarto, y salta sobresaltada. "Ale, me dejas entrar" La voz de su hermana suena desde detrás de la puerta de madera, ella se para y abre confiadamente la puerta solo para encontrar el pasillo de su casa. Siente algo que se posa sobre su espalda, una mano, sin embargo había algo extraño podía sentirla claramente rozando la piel de su espalda a pesar que llevaba su pijama puesta. Aquella mano le sujeta el hombro con fuerza, se encontraba terriblemente fría y su contacto le heló la sangre al instante, paralizándola por completo. Las paredes y el piso de la casa parecieron disolverse como si se tratasen de una pintura que era borrada.

Lentamente todo frente a ella se vuelve negro, su casa había desaparecido. Una segunda mano comienza suavemente a deslizarse sobre su cuello dificultándole la respiración, con claridad siente aquellos huesudos dedos cerrándose sobre su traquea, hundiéndose en su suave carne. Trata de gritar, pero no escucha su voz, la fuerza de aquel ser le comienza a ganar, se inclina hacia adelante empujada por aquellas sombras, cayendo a las profundidades del obscuro abismo.
Una pequeña historia que escribí, se que es bastante mala incluso para el estándar de mis malas historias. Sin embargo me sentí en la necesidad de subir esta historia ya que hay otra historia detrás de ella.

Esta historia la escribí para mi sobrina quien gusta de ver películas de terror, una noche mientras conversaba con ella mediante Messenger me pidió que le contara una historia de terror y yo comenze a inventar y escribirle esta misma historia justo en ese momento, la verdad me siento algo orgulloso de que me halla salido casi toda en ese momento y transcurridos varios días pensé que sería una lastima si dejaba que se perdiera. Así que revise mi historial y comenze a transcribir la historia.

Ahora se las presento ya corregida y editada, solo tuve que agregarle un final más adecuado pero en todo lo demás es la misma historia, espero que les guste tanto como a mi sobrina.
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